El Teatro

Pensar, que la vida es un teatro y los personajes somos nosotros. Simples piezas de un puzle que nunca encajan. Peones en un inagotable ajedrez sin fichas blancas. Que depara, si vivimos entre dos mundos, uno enfrente de otro. El Pasado y Presente siempre serán palabras homólogas, digo yo, que he vivido las dos.

 Lánzate al vacío, dijo una vez un sabio hombre, pero el aire lo asfixió. Puede ser que la peonza en este juego gire al revés, ó que el tiempo esté vivo y se eche a perder. Tampoco eliges los dados, es el tablero quien te elige y la casilla donde te encuentres nunca será la correcta.

 He vivido más de mil años y nunca me acuerdo. Pero quien soy para ver morir el mundo, si nunca lo hice yo, que sonrío ante la desgracia y ayudo al pecador. Sitúame en un mapa, te volverás loco, nunca me hallarás. Resido en ti, estoy en ellos también. No puedes huir, tú tampoco puedes olvidar. Somos iguales, amigo, pero demasiado distintos.

Cuando oigo no se escucha y si quiero escuchar no oigo nada. No hay sonido que ondule tan fuerte que pueda captar mi atención, pero puedo envenenar el agua con un beso y asesinar con tan solo sonreír. Soy esa sombra que buscas, la que nunca te acompaña. ¿Por qué no me sigues? Seremos uno. Despierta, no estás en el paraíso. Mira alrededor. Nada tiene valor salvo tu orgullo. Eres un actor, yo tu director. Vive actuando y la vida te irá mejor.