La mañana se alumbra con una sola mirada.
Vive de esperanzas, de sucesivas ilusiones.
Criban en el ocaso las mejores bellezas,
que por bien saber, nunca tienden a morir.
Y mira que son puras, que de tristeza carecen.
Pero, me pregunto; ¿Cuánto vale ver a la Luna reír?
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