No sabía si escribía para alguien,
Ni para quién, simplemente, lo haría.
Pero, ¿Cómo decirle? si ya no existe.
¿Cómo hablarle? Si su acento es mudo,
Si se perdió en la laguna del recuerdo,
En las cumbres, del más allá, del más aquí.
¿Cómo? si perdí el rastro fino,
Aterciopelado, de su cabello oscuro.
¿Cómo susurrarle? Si no escucha, si no ama.
¿Cómo sentir su hallazgo en mi lejanía?
¿Su presencia, su mentira, su vergüenza?
Cual fantasma preso, encadenado a mí,
Encadenado a sufrir.
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