¿En qué sitio la dejaron?
¿Dónde se han llevado mi alma?
¿¡Quién no peca de robar alguna!?
Pero, ¡joder!
Para que quieren la que tengo,
Si ni siquiera sé si es mía.
Cuantas veces la habré perdido
Que no sé cómo sigue viva.
¡Basta ya!
¡Dios me libre!
Que yo quiero estar a solas,
Conmigo mismo,
Con mi alma entera sin penas callejeras.
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