Y cuando quieras...


¡Ah! Y cuando te quieras ir, vete.
No existe ningún contrato permanente.
Vivimos en un mundo
De precariedad emocional.
De besos basura y poetas delincuentes.

Cuando te quieras ir, vete.
Claro que me dolerá.
Durante un tiempo.
Y puede que no te importe.

Cuando ya no quieras horas extras,
Cuando no te valga lo suficiente
O mi querer no entre en tu nómina;
Vete.

Ya vendrá otra persona
Que me dé lo que me dabas tú.
Quizás más.
Ya vendrá y no te echaré en falta.

(O puede que sí)

En serio,
No te preocupes.
Vete cuando quieras.
Ya me acostumbré:

A tener las manos vacías
Cuando parecen llenas.



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