Doliente estarías Bécquer,
Mi querido amante galán,
Que tu antiguo querer,
En mi mundo ya no es afán.
La noche viste de traición,
Destruyendo su elegancia,
Cultivando esa indecencia
Sin contar su mera ambición.
Puede que hayan huido
El amar y los sentimientos,
Dejando solo el aciago rastro
De éste barco hundido.
Atrás pensé, detenidamente,
Si dentro de mí se hallaba,
Entristecida y muy tenue,
La llama que aún amaba.
Podríamos ser, mi amigo,
Solo unos tristes bohemios.
Mi pasión seguirá viva
Mientras en píe camine mi alma,
En estos siglos, donde solo existen
Amores de luna llena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario