Pendencia


Cuánto he de sentir,
Para que calles la perplejidad, el caos
y el desasosiego que habita en mí.
Y no sabes quién eres, y yo te lo digo:
El verso más difícil de mi vida.
¿No es así, que tú sientes en verdad,
Algo afín a este, mi entierro?

Cuando uno sabe de otro,
a cual amigo, a cual amiga,
A quien habla y a quien admira,
Uno se piensa a uno mismo
¿Qué es, si no es mentira, éste deplorar?

La sorpresa que surge,
Cuando no quieres, cuando no deseas,
Es más fuerte sin potestad.
Necios mortales que arriesgan
Sus vidas, sus caminos,
Sin tener nada aferrado a la perpetuidad.
Sorpresa, deseo para otros.

Pero, ¿Qué se puede hacer?
Cuando uno son los mismos,
Los mismos son los dos
Y ellos no se pueden encontrar.
Seguro que piensa, más que un amigo es,
Y discute con su alma a quien amar.


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