No solo me cruzas la mirada,
Sino también el alma, el pensamiento.
No solo te cruzas cuando te veo,
Sino cuando no lo hago.
No solo me cruzas la mirada:
Se cruzan mis sentimientos.
Llevas meses enredada,
Allí donde el conocimiento,
Allí donde estoy y te presiento,
Pero de ti, no sé nada.
Primero fue casualidad,
Segundo, juro que también.
Luego te busqué, pasé delante tuya,
Y me pregunté; ¿ocurrirá?
Y efectivamente, ocurrió.
No es solo tu pelo en rojo vivo,
No es solo tu rostro bello y fino:
Son tus ojos que me cruzan.
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