No es una meta. No es lo
que quieras obtener. Lo que quieras alcanzar. Es lo que surge, indefectible, en
un momento exacto, en tiempo indefinido sobre lugar improvisto. No está planificado, equilibrado o estipulado. Y nunca, nunca jugará con tus mismas reglas. El amor es lo
que sucede en el ocaso del destino en su más cruel imparcialidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario