No tengo
nada y si lo tuviera,
Tampoco te
lo daría.
No quiero
vivir en codicia.
Prefiero que
vivas un recuerdo.
Un beso. Y
mueras por una alegría.
¿Qué te iba
a dar que no haya dado?
Ya no compro
princesas.
Son bellas,
a primera vista.
Maravillosas,
a segunda.
Pero por
dentro…
¡Peor que
muertas! ¡Están vacías!
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